Los pacientes pueden tener diversos grados de síntomas, dependiendo del tipo de convulsión. A continuación se enumeran los síntomas generales de una convulsión o los signos de aviso de las convulsiones. Los síntomas o los signos de aviso pueden incluir:
- Mirada fija.
- Sacudidas de los brazos y las piernas.
- Rigidez del cuerpo.
- Pérdida del conocimiento.
- Problemas para respirar o pausas de la respiración.
- Pérdida del control de la vejiga o el intestino.
- Caída súbita sin motivo aparente.
- Falta de respuesta a los ruidos o a las palabras durante breves períodos de tiempo.
- Verse confundido o aturdido.
- Adormecimiento e irritabilidad al despertarse por las mañanas.
- Cabezadas.
- Períodos de mirada fija y parpadeos rápidos.
Durante la convulsión, la persona puede tener los labios morados y no respirar con normalidad. Los movimientos a menudo van seguidos de un período de somnolencia o desorientación.
Los síntomas de una convulsión pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos. Consulte siempre a su médico para el diagnóstico.
El alcance total de la convulsión puede no saberse inmediatamente después de la aparición de los síntomas, pero se puede poner de manifiesto con una evaluación médica minuciosa y exámenes diagnósticos. El diagnóstico de las convulsiones se realiza con la exploración física y exámenes diagnósticos. Durante la exploración, el médico escribe una historia clínica completa del paciente y su familia y pregunta cuándo ocurrieron las convulsiones. Las convulsiones pueden deberse a problemas neurológicos y precisar seguimiento médico posterior.
Los exámenes diagnósticos pueden incluir:
- Exámenes de sangre.
- Electroencefalograma (su sigla en inglés es EEG) - procedimiento que registra la actividad eléctrica continua del cerebro mediante electrodos que se pegan al cuero cabelludo.
- Imágenes por resonancia magnética (su sigla en inglés es MRI) - es un procedimiento diagnóstico que utiliza la combinación de imanes grandes, radiofrecuencias y una computadora para producir imágenes detalladas de los órganos y las estructuras internas del cuerpo.
- Tomografía computarizada (También llamada escáner CT o CAT.) - procedimiento de diagnóstico por imagen que utiliza una combinación de rayos X y tecnología computarizada para obtener imágenes de cortes transversales (a menudo llamadas "rebanadas") del cuerpo, tanto horizontales como verticales. Una tomografía computarizada muestra imágenes detalladas de cualquier parte del cuerpo, incluyendo los huesos, los músculos, la grasa y los órganos. El escáner CT muestra más detalles que los rayos X comunes.
- Punción lumbar (punción raquídea) - se coloca una aguja especial en la parte baja de la espalda, en el interior del conducto raquídeo, que es la zona que rodea a la médula espinal. Con ella se puede medir la presión que existe en la médula espinal y en el cerebro. Se puede extraer una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo y enviarla al laboratorio para comprobar si existe una infección o algún otro tipo de problema. El líquido cefalorraquídeo (su sigla en inglés es CSF) es el líquido que baña el cerebro y la médula espinal.
El tratamiento específico de la convulsión será determinado por su médico basándose en lo siguiente:
- Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
- El tipo de convulsión.
- La frecuencia de las convulsiones.
- Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
- Sus expectativas para la trayectoria de la condición.
- Su opinión o preferencia.
El objetivo del tratamiento en las convulsiones consiste en controlar, detener o disminuir la frecuencia de las crisis sin interferir con las actividades básicas de la vida diaria (su sigla en inglés es ADL). Los principales objetivos para el control de las convulsiones son los siguientes:
- Identificar correctamente el tipo de convulsión.
- Utilizar medicamentos específicos para el tipo de convulsión.
- Utilizar la mínima cantidad de medicamento posible para conseguir un control adecuado.
- Mantener los niveles de medicamento adecuados.
- Asegúrese de que su hijo (si tiene la edad apropiada) entiende el tipo de convulsión que padece y el tipo de medicamentos que necesita.
- Conozca la dosis, horario y efectos secundarios de todos los medicamentos.
- Consulte a su médico antes de tomar otros medicamentos. Los medicamentos para las convulsiones pueden tener interacciones con otros medicamentos y hacer que no actúen correctamente, causar efectos secundarios o ambas cosas.
- Las mujeres jóvenes en edad fértil que toman medicamentos para las convulsiones tienen que estar informadas de que dichos medicamentos pueden dañar al feto y, de que los medicamentos pueden también hacer que los anticonceptivos orales sean menos efectivos.
- Infórmese sobre las leyes de su Estado para comprobar si existe alguna norma para las personas con epilepsia o convulsiones sobre conducción de vehículos a motor.
- Cuando la persona controla bien las convulsiones, en la mayoría de los casos sólo son necesarias mínimas restricciones en algunas actividades.
- El seguimiento específico será determinado por su médico.
- Los medicamentos para las convulsiones pueden no ser necesarios durante toda la vida. Algunas personas pueden dejar de tomar los medicamentos si no han tenido crisis durante uno o dos años. Esto lo determinará su médico.
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